Más allá...

Lo que vivo, lo que siento, lo que pienso... Ni más, ni menos... Fantasía y realidad son uno, porque en el fondo aquello que llamamos verdad es una farsa de nosotros mismos...

noviembre 28, 2008

La Muerte...

“La Muerte nunca es puntual;
siempre llega antes
o después de lo esperado,
pero jamás a tiempo”

He invocado tanto La Muerte y ella nada que viene a mi encuentro…

Es soberbia y me dice: “No es cuando tú quieras sino cuando yo diga”.

Así que no nos queda de otra que esperar mientras ella se decide, porque aunque salir a buscarla es una opción, le temo al encuentro cuanto más cerca está.

Varias veces he estado en su puerta a ver si por casualidad salía a hacer alguna diligencia mortal, pero no salía, o tal vez ya estaba afuera con alguien más.

Debo confesar que La Muerte es la única mujer que me atrae, quizá porque su práctica es algo masculina; no lo sé…

Espero que me bese y me robe el aliento, pero a lo mejor decide ser violenta, escabrosa sombría…

Hoy la pienso, y la pienso tanto… A ver si mañana amanece y no amanezco, a ver si despierta y no despierto; pero tal vez despertaré y viviré, y no me quedará otra opción que seguirla esperando.

Hoy la siento cerca, muy cerca… Me roza y se burla… Disfruta verme así: Medio muerta en vida… Medio viva muerta…

Le gusta verme llorar como una beba y le gusta también ver como me autodestruyo, y justo cuado me ve al borde del precipicio, se aleja; ve el espectáculo de la recapacitación, tan puta como las disculpas; de hecho son familia, por eso se parecen tanto, que a veces se confunden.

Que putada la de La Muerte y que puta yo que me creo única.

Vendrá, pero quizá no esta noche.

Etiquetas:

mayo 09, 2007

Esos ojos...

Nunca conocí a una mujer con esa tristeza en los ojos.

Por largo rato la estuve observando sin que ella se percatara de ello; ante el público esbozaba una sonrisa rígida y casi podría describir el esfuerzo que ella hacía para mantenerla, al menos cinco segundos.

Era elocuente y madura en su discurso, pero muy en el fundo era una niña asustada ante las sombras que formaba la noche en su habitación.

Cuando por fin pude estar cerca de ella, vi que en sus ojos tenía millones de lágrimas represadas y se lo dije; ella dejó escapar a una y yo la tomé en mis manos para devolvérsela.

Ella no hablaba, pero tengo la certeza de que pensaba en mil cosas…

Creo que entró tan dentro de sí que aprovechó a escudriñar cada rincón de su pensamiento, pero al ver su propio corazón, decidió encerrarlo en el cofre de la razón.

Todo esto lo leí en sus ojos y nunca me sentí tan conmovido.

Su dolor era mío, porque al verla, ella se apropió de mi pensamiento y yo me adueñé de lo que a ella le dañaba.

Quería convertirme en su protector, pero ella no me dejaba; no permitía que me acercara demasiado y mucho menos que tocara su corazón, pues lo franqueaba con mil escudos y siempre tenía una amarga respuesta a mis dulces intenciones.

Con el tiempo descubrí que esa mirada nublada, dirigida al horizonte y a veces perdida en otro mundo, tenía una imagen constante y perenne que se había vuelto parte de ella.

Cada una de sus lágrimas llevaban consigo un pedacito de su corazón y un nombre que le dolía en el alma, pero ese nombre no era el mío y su desvivir no era por mí.

En mí encontró al amigo, casi imaginario, por el encierro en sí misma; de vez en cuando le robé una sonrisa y de vez en cuando me robó el corazón.

No lograba que comiera o me dijera mucho más que una frase filosófica con la que lograba callarme por varias horas.

Hablar no importaba mucho cuando acostados en la grama nos podíamos acompañar.

Un día me invitó a caminar y la verdad no recuerdo cuanto tiempo pasó porque se fue volando; lo cierto es que llegamos lejos, tan lejos como a nuestros ojos les era posible ver.

En es punto, no quedaba otra cosa que regresar, pero lo verdaderamente importante de aquel paseo fue el haberla escuchado contar su vida, su historia; ella habló todo el camino, como compensando todo lo que yo le había hablado a ella en mucho tiempo.

Me entregó tanto de sí que me sentí agradecido…

Su corazón seguía habitado, pero ya no por el dolor; dejé de ser su amigo imaginario para ser su amigo de verdad.

Ella se hizo libre, salió de su prisión, más esos ojos soñadores de vez en cuando tienen un dejo de nostalgia, melancolía y tal vez incomprensión.

octubre 23, 2006

Testimonios del Padre Pío

Tal vez cuente esto en este momento y no me crean, porque en el fondo, ni yo mismo lo creo.

En un instante de oscuridad pude ver y sentir, cómo un clavo penetra tus muñecas, rompe tus huesos, destroza tus venas y desgarra los tendones.

Por tan sólo un momento, logré pensar en todo el dolor que Jesús sufrió un día, pues ese infame sentir se adueñaba de mí… Comprendí Jesús, al final, quién eras, pues te encontrabas en mí y yo en ti; te mostraste en esas llagas que aprendí a amar.

Cuánto dolor Dios mío, quisiera morir, porque no soy capaz de soportar semejante agravio como tú lo hiciste… No soy tan fuerte, al contrario, soy débil y me reconozco pecador. No puedo con esta carga que has colocado sobre mis hombros.

Dios mío ¿Por qué me has dado la vida? ¿Qué sentido puede tener el estar marcado por tu estigma y escribir mi dolor con sangre? Lo intento entender y no hallo respuesta.

¿Qué sentido tiene llorar si mis lágrimas no encuentran destino? Tan sólo un hoyo negro y profundo lleno de vacío y oscuridad.

Cuánta lluvia ha caído esta noche, después de un día soleado; todo inundado y no encuentro a dónde ir… Así mismo me he sentido: Ahogado entre tanta lluvia, entre tanto silencio, entre tanto dolor.

Mi alma grita y nadie la escucha… Tengo la mirada perdida y un ahogo encontrado.

No puedo dormir, no puedo soñar, porque tan sólo intentarlo hace que todo se convierta en una verdadera pesadilla.

Cierro mis ojos y oigo tus gritos callados… No hablas, sabes que ha llegado la hora; tú te tomas tu tiempo, le oras al Padre y tus ojos todavía me ven con ternura…

No puedo soportarlo, debí ser yo el que muriese en esa Cruz, no tú amigo mío…

¡Cuánta sangre! No veo más que eso, sangre a mi alrededor, sangre inocente corriendo por el suelo; este suelo, esta tierra que te vio nacer.

¿Cuál ha sido tu pecado? Tan sólo amarme…

Dios santo ¡Perdóname! Lo siento ¡Ayúdame! Me siento perdido…

Quita de mí esta marca, al menos que sea tu voluntad el que yo la lleve y sea testimonio tuyo….

Muchos proclaman tu muerte, pero yo proclamo tu vida, pues hoy no has muerto, has vuelto a nacer en mí y yo en ti…

Te amos Jesús, te amo…

octubre 13, 2006

Carta a la Comunidad...

Queridos Hermanos, como saben, para mí es más fácil plasmar lo que siento por escrito; se ha vuelto un hábito y ciertamente he archivado muchas cartas que no han encontrado destino; no es este el caso. Ante todo deseo saludarles y expresarles que estas líneas se las escribo con profundo amor y respeto.

Desde hace ya un tiempo caminamos juntos; uno al lado del otro hemos vivido experiencias maravillosas y las risas han invadido nuestros corazones; en otros momentos, cuando la tristeza y el dolor se ha hecho presente en uno o varios de nuestros hermanos, hemos repartido la carga para hacerla más llevadera, más ligera.

Algunas veces hemos peleado, pero siempre hemos sabido superar las dificultades con perdón, comprensión, pero sobre todo con el amor por delante.

Las mejores cosas de mi vida, las más importantes y significativas, así como los momentos más difíciles los he pasado con ustedes, mi Comunidad.

Nuestros asesores, acompañantes y formadores nos han dado herramientas para la vida, eso sin duda, pero ustedes me lo han dado todo. Yo soy quien soy, en gran medida por ustedes, que han aplacado mi carácter, me han sostenido y levantado al caer, me han animado y han sido mis fuerzas y mis ganas.

Particularmente, todo lo que ha sucedido este año con la Comunidad me ha dolido mucho, creo que igual que a todos y a veces he sentido que ya este no es mi lugar; a pesar de eso, me he aferrado con fuerzas a este espacio y he hecho lo posible y lo imposible para mantenerlo.

Muchos obstáculos se han presentado; poco a poco he ido perdiendo las fuerzas, porque de tanto luchar contra la corriente, me he ido cansando.

En general, este ha sido un año aleccionador y aún cuando me vi perdida, ahora siento que voy llegando a los brazos del Padre amoroso; eso me va revitalizando.

Ahora se ven más claras las mociones del Espíritu y eso ha hecho que todo fluya mejor en mi vida. Dios ha ido actuando en mí; ha sembrado semillas de compromiso, pasión, entrega, sacrificio, y profundo amor por lo que hago y por la gente que me rodea, conocida o desconocida. Siento, hoy más que nunca que Dios pide, y pide cosas grandes que nazcan de este corazón que Él ha puesto en mi pecho.

EMANUEL, saben que los amo y que siempre y en todo lugar serán mis hermanos, pero siento que el espíritu está dictando nuevos caminos fuera de la Comunidad, quizá para que todo lo que ustedes me han dado, pueda multiplicarlo por el bien de los demás, de quien más lo necesite.

Estoy sumamente agradecida con ustedes y por supuesto, con Dios por haberles puesto en mi camino; sé que nos seguiremos encontrando y de alguna forma seguiremos caminando juntos, porque lo que cambia tan sólo es la ruta que cada uno tomará.

Lo único que espero y deseo de todo corazón, es que ustedes, si realmente es lo que quieren, hagan una Comunidad fuerte, con sus bases puestas en roca (Mt. 7, 24-29), la roca de Cristo, que es la base y fundamento de nuestra fe cristiana; que la oración diaria de cada uno y la oración comunitaria se unan en la reflexión acerca de la sociedad en la que vivimos, la iglesia de la que participamos y la familia que vamos formando, para que todo esto se traduzca en obras, para que a partir sus realidades concretas hagan un aporte positivo a la humanidad desde su entorno más próximo y en definitiva, como diría Ignacio: para que sean “contemplativos en la acción”.

Dios quiera, que en su cotidianidad lleguen a ser verdaderos apóstoles de Cristo y vayan comunicando el evangelio a través de su testimonio de vida; que entreguen todo su “haber y poseer”, que así como Jesucristo ha dicho: “Quién quiera economizar su vida, la perderá; y quién la gaste por Mí, la recobrará en la vida eterna”, ustedes den un paso adelante y afiancen su compromiso cristiano por y con los pobres, los marginados, los encarcelados, los silenciados y todas aquellas personas que los necesiten.

Yo por mi parte, me haré apóstol con ustedes desde otras tierras, tratando de seguir el ejemplo de Alberto Capdevielle, narrado por el padre Juan José de Madariaga sj, en su libro Yo escalé mi ideal. Aquellas palabras que Alberto llegó a plasmar en su diario, nunca pensé que me movieran de tal forma por dentro: “Pero recuerda: tienes que encender tu amor primero, adquirir el verdadero espíritu, y no podrás calentar sino al quemarte”.

Quiero gastarme, quiero quemarme, quiero entregarme…

Que el Señor esté con ustedes, les bendiga y acompañe siempre.

Su hermana en Cristo…

Lucía J. León A.

febrero 17, 2006

Amor de atardeceres...


No todos conocen el amor, a veces nos pasa enfrente y no nos damos cuenta.

Cuántas veces he cerrado mis ojos para verle en mi interior, pero a veces el recuerdo es engañoso y sólo te regala escenas específicas que así como vienen, se van y se diluyen en la memoria.

Hace un tiempo, conocí a un joven lleno de sueños, inseguridades, silencios y vacíos. Fuimos juntos a la Academia de Letras y compartimos mucho tiempo, lo suficiente como para saber quién era, qué quería y a dónde se dirigía.

Cada tarde, nos veíamos y aprovechábamos los ratos libres para conversar y compartir inquietudes; a veces me parecía ambiguo, pero había algo que me atraía de aquel caballero pleno de enigmas.

Hubo unos días que estuvimos muy cerca, más de lo normal; nuestras miradas se encontraban, nuestras manos jugaban a esconderse unas en las otras y las sonrisas nos hacían cómplices. Me sentía muy bien en su compañía, pero a la vez tenía miedo de ser herida una vez más; quizá era tarde ya para eso, pues llegó el momento esperado, en el que se definiría todo aquello que nos estaba pasando y me dijo que quería acostumbrarse a mí.

No sé si fue apresurado, o simplemente todo lo que sentía dio vueltas en mi mente sin siquiera preguntarle al corazón, lo cierto es que le dije que no era cuestión de costumbre, sino de querer y que no quería que me hiciera daño.

La historia terminó y la distancia fue cada vez más grande, más fuerte y más dolorosa; una distancia llena de cercanía y cotidianidad, pero ya nada fue igual, porque el temor ahogó en un mar de lágrimas el sentimiento que a penas nacía.

Durante semanas dormí intranquila, no podía soportar tanta indiferencia, hasta que un día desperté sobresaltada, me asomé a mi ventana y parecía que todo estaba en orden, sin embargo, tenía una presión en el pecho que me indicaba que algo andaba mal.

En la tarde fui a la Academia, caminé por el largo y oscuro pasillo que me conducía a la sala de clases y él no estaba ahí; nadie tenía idea de su paradero y eso me angustiaba más.

Recuerdo ese día mejor que ninguno otro de mi vida; no tenía cabeza para estudiar ninguna lección, estaba ida del mundo. Mi cuerpo estaba en ese preciso instante y ese mismo lugar, pero mi mente se había ido muy lejos de ahí, tan lejos como el viento se lo había llevado a él.

Por un momento sentí su presencia en la silla tras de mí, pero era un simple espejismo porque él ya no estaba; había emprendido un viaje

que lo llevaría a encontrarse consigo mismo y a descubrir su destino.

Aquel chico inseguro de sí, había conseguido la fuerza que necesitaba para dejarlo todo y tomarse un tiempo de reflexión. Simplemente tomó su sentir y su pensar y se fue a perseguir el horizonte, buscando respuestas, esas que sólo en su corazón habitan.

Yo, desde mi ventana le veo, justo cuando el sol se pone; cierro mis ojos y desde la línea que divide el cielo de la tierra está él observándome.

Ahora siento mucha paz, sé que él es feliz donde quiera que esté.

Amarle es dejar que vuele alto en libertad y sea profundamente feliz en la distancia, aun con el temor de que no vuelva, ya que es su bienestar, el mío.
Tal vez ese sentir no vuelva a tocar mi puerta, pero siempre estará albergado en mi corazón aquel amor que se fue con el sol del atardecer.

Antes de la Carta…


Estoy sentada en la computadora, escucho algunos adagios y me dejo llevar por algunos recuerdos y sentires de estas navidades que me trajeron hasta este momento.

Estas navidades no fue fácil elegir lo que haría, pues me tocó tomar una, entre varias propuestas y definitivamente creo que mi opción fue la mejor y más significativa en mucho tiempo. Pude haber viajado o ido a un retiro; pude participar en las actividades de Una sonrisa en Navidad o en las de mi parroquia, pero al final opté por quedarme en casa, recoger mi cuarto y mis ideas para empezar el año con buen pie.

El estar en casa contribuyó a que un importante porcentaje del día estuviera libre para salir, caminar o compartir con mis amigos y familiares. Este año, como los anteriores, vinieron de visitas mis tíos Ricardo y Sandra con mis dos primitas, Natalia y Emilia la nueva. Creo que el verlos y conocer a la princesita de cinco meses fue mi mayor incentivo a quedarme, pero nunca pensé todo lo que traería consigo es te hecho.

Sandra y las niñas a penas se quedaron un día, para luego ir a San Cristóbal y visitar a la familia materna, pero fue intenso y lleno de sorpresas. Esa noche vino de visita cualquier cantidad de personajes que creía perdidos en mi memoria. Tíos y primos desfilaron por la casa de mi abuela paterna y lugar de reunión familiar, y asombrados me veían, después de unos cuatro o cinco años de ausencia, y preguntaban por mi mamá, por la abuelita y mis hermanos, hasta llegar a un segundo nivel; el de indagar en lo más profundo para averiguar acerca de las cosas que ocupan mi tiempo y emitir un juicio acertado, listo para su pronta difusión.

Reencontrarse con la familia siempre o casi siempre es bueno; por lo menos da una oportunidad de revisar esas raíces que se quiera o no, son parte de cada uno. Junto a Sandra pude comentar sobre las riñas familiares, esas que se mantienen disfrazadas con una sonrisa y buenos deseos para el otro. Esto me hizo pensar en la razón por la cual me distancié de mi familia paterna y vi que nada había cambiado mucho; unos años más, alguna experiencia adquirida y quizá, desde el ínfimo punto del planeta en el que me encuentro, pueda hablar de una pequeña dosis de madurez que me ayuda a comprender mejor la vida y lo que me rodea.

Ricardo se quedó un par de días más y aprovechamos a subir al teleférico, comimos, caminamos y conversamos mucho; de su mano delineé mejor mi norte. Sin darse cuenta me presentó unas opciones que no había considerado; tan sólo me habló de su experiencia, pero fue suficiente. Su consejo fue acertado y caló hondo en mi corazón.

Las niñas, es otra historia; me regalaron mucha alegría y energías para seguir caminado.

Terminé el año con un profundo agradecimiento y eso me trajo a este momento en el que escribo la carta que les dedicaré a mis tíos, por convertirse en mi ejemplo y fuente de inspiración.

Ahora sólo me queda seguir construyendo ese camino que me lleve a conseguir mis metas...

febrero 16, 2006

La Carta...


Querido tío, a estas alturas debes estar ya en San Cristóbal desde hace “un rato largo”, como quien dice… Yo por mi parte, me encuentro dedicándote algunas líneas, que me han estado revoloteando todo el día y como cosa rara, es propicia la noche para pasarlas por escrito…

Desde el sábado he tomando algunas notas de lo que iba viendo y sintiendo, y si te soy sincera, no tendría ningún sentido tratar de unificarlas porque en sí mismas son sentires diferentes de momentos específicos, que se van hilando lentamente a través del paso de los pocos días que convivimos…

Me he decidido a escribirte, porque quizá me haya sido difícil expresarte todo lo que he sentido en estos días contigo…

Sin duda alguna, en estos pocos días que compartimos he aprendido mucho más a cerca de la familia y los nexos que te unen a ella, que en los casi 20 años que tengo…

Tal vez suene exagerado, pero es cierto, hasta este momento no había comprendido el verdadero significado de la familia y de seguro fue esa la razón que me impulsó a decirte palabras tan fuertes aquel día por teléfono; lo lamento mucho, aún cuando me digas que no me preocupe, pero quiero que sepas, que me duele porque te quiero y por sobre todas las cosas, porque uno no daña a quien ama y en ningún momento mi intención fue herirte…

Creo que es de humanos errar, pero más aún el pedir perdón cuando se ha fallado, por eso insito nuevamente en este punto…

Por otra parte, siento que tú, Sandra y las niñas, me han dado el mejor regalo en estas Navidades, que es el volverme sentir parte de un todo y ese todo es nuestra familia, que más allá del apellido, la sangre, el color o la costumbre, está el lazo irrompible que nos une: El amor…

No sabes lo feliz que he sido de verte y de poder conversar tantas cosas contigo de tú a tú… También tuve la ocasión de conversar con Sandra y de sentirla mucho más cercana… Creo que todo esto, en parte fue una oportunidad que me di a mí misma, después de tanto tiempo de lejanía…

Sonará raro, porque se supone que los que están a kilómetros de aquí son ustedes, pero confieso que yo misma me fui alejando poco a poco de la familia, por las muchas cosas que te conté… Incomodidades, diferencias, o simplemente por aquellos detalles que no comparto… A veces creo que ha sido de forma inconsciente, pero ahora me doy cuenta de que es lo contrario y que hay barreras de por medio que se han ido levantando a fuerza de tiempo y distancia…

Me da rabia ser tan sensible, sentirme vulnerable ante los demás y de alguna manera, mi defensa ha sido el encerrarme; es curioso, porque precisamente, el martes en la noche, cuando te quedaste hablando con mi tío, recuerdo que me encerré en la biblioteca a escribir, e internamente, yo vivo con frecuencia ese proceso de encierro…

Normalmente, como ese y este día, me encierro para pensar, leer, escribir, crear… Pero en ocasiones, me encierro para llorar en silencio…

El hecho es que todo este proceso de reencuentro y reflexión me ha ayudado a redescubrir mi núcleo y eso lo agradezco profundamente…
Viéndote con Sandra y mis primitas, me veo proyectada y quizá es lo que me gustaría tener en un futuro y creo que esto tiene que ver mucho con la sensación de calidez que transmiten…

¿Qué más te puedo decir? No hay palabras para describir la alegría que me ha dado el verles… Los quiero mucho, los amo profundamente y les llevo en mi corazón a cada instante…

Espero que el nuevo año esté lleno de alegrías y enseñanzas para ustedes… De seguro, la bendición de Dios habitará en su hogar y se extenderá a cada una de las personas que tengan el placer de compartir con tan bella familia…

En cuanto a Natalia y Emilia, no les diré nada que ustedes no sepan; ellas han llegado a sus vidas y a las nuestras como ángeles cielo, que nos alegran cada día y son testimonio vivo del milagro de la vida y como preciosos tesoros, deben cuidarlas y protegerlas…

En fin, son una hermosa familia, mi familia… Gracias por todo…

Los amo, que Dios les acompañe y bendiga siempre…

La Chili

noviembre 24, 2005

Amigos...


Definitivamente, la vida te da sorpresas... Justo cuando crees que ya las cartas están echadas por completo sobre la mesa, aparece una nueva mano, indicandote que nada es como parece y que aún hay tiempo para cambiar de jugada...

Un ejemplo algo extraño, pero ciertamente la vida puede cambiarte de un momento a otro, ya que somos seres cambiantes y sujetos que motorizan todo aquello que te rodea...

Así mismo, a veces te consigues con personas que jamas pensaste conocer y mucho menos que serían importantes para ti...

Hay amigos de amigos, con los que no sólo compates un capítulo de tu vida, sino también las lágrimas y risas escondidas entre líneas...

Todo esto me pasó a mí... Curiosamente viene ahorita a mi mente aquel taller de comunicación con Iris Caraballo, en el que aprendimos a asumir la responsabilidad que las palabras que emitimos traen consigo... Tal vez porque debo utilizar la primera persona más amenudo cuando hablo de mis vivencias y reflexiones...

De cualquier modo, doy gracias a Dios por colocar gente tal especial en mi camino como MARI, SOE y AMI... Son personas muy, pero muy distintas, pero cada una me ha ido enseñando cosas importantes...

MARI, pues parece mentira, pero creo que nos parecemos mucho... En lo que nos gusta, lo que nos molesta, las vivencias, el caracter (sobre todo eso), jajaja...

SOE, es un bacilón, porque aún cuando es la pequeña del grupo, tiene unos consejos, unas ocurrencias... Tiene una respuesta sencilla y acertada para muchas cosas... De verdad la admiro mucho, aunque la molesto y fastidio...

AMI, es un caso especial... Nunca pensé que sería verdaderamente posible superar las barreras ideológicas y establecer una gran amistad con alguien, y sin duda alguna, AMI ha sido para mí muy importante en ese sentido...

Hay una persona a la que no he nombrado, la verdad son varias, pero creo que aún las estoy descubriendo...

A quien si no puedo dejar pasar es a AL, este chico sin duda me ha enseñado y confrontado con muchas realidades que creía perdidas...

Ha llegado a mi vida como un pequeño ángel y quizá ha sido mi mayor sorpresa, pues es el que menos imaginé en medio de mi historia, menos con tanta confianza y cariño...

Hay gente que al conocerla sientes que la conoces de toda la vida y quizá eso me pase con estas cuatros personas... Ellos, poco a poco han ido dejando una huella en mí y ojalá la sigan dejando por mucho tiempo...

Me gusta aprender de la gente, más aún porque logro ver el rostro de Dios reflejado en cada uno de ellos, de formas diferentes...

AL me repite, con cierta frecuencia, que he vivido mucho y que eso le sorprende... Es posible que así sea... A veces te toca vivir a destiempo y como dice la profesora ARA, desdoblarte de ti mismo para ser alguien más...

Lo cierto de esto, es que la verdadera amistad existe cuando logras ser tú mismo con las personas que conforman tu circulo de amistades; de eso se trata...

Yo he comenzado un nuevo capítulo en mi vida, me alegra tener gente especial con quienes compartirlo...

Gracias amigos, son una luz en medio de la oscuridad de los desconocidos senderos que voy recorriendo...

La luz no se prende para esconderla, al contrario, se coloca en lo alto para que ilumine todo alrededor; entonces amigos... No se queden en las cosas pequeñas, suban muy alto, donde todos puedan nutrirse de ustedes y todo lo que tienen para dar...

Les quiero mucho y siempre les mantengo en mis oraciones... (Sin importar en lo que creamos).

Gracias por estar ahí...

Un abrazo grande...

noviembre 01, 2005

Tres meses...


Tres meses, se dice rápido... No son tres meses los que llevo sin escribir, pero tampoco los que llevo escribiendo continuamente...

Tres meses dan para muchas cosas o para nada, según como lo veas; es relativo... Tres meses son los que te gustaría tener para dormir, después de un año de fuerte trabajo y esfuerzo...

Tres meses son más que suficientes para que un bebe en el vientre materno, se establezca y considere un ser vivo, un ser humano...

En tres meses puedes derramar un mar de lágrimas y soltar infinidad de carcajadas...

En tres meses puedes darte cuenta de lo mucho que amas a alguien, de la carrera que quieres estudiar, de los ahorros que debes hacer y los viejes que deseas hacer a corto plazo...

Tres meses, tan sólo tres meses en los que el infinito es el límite, al menos que esos sean tus últimos tres meses de vida...

Hoy, vuelvo a recordar a Dayana, por un caso muy particular... Ciertamente las casualidades no existen y en cada instante lo compruebo...

Me acerque a la Parroquia a buscar a Romeo y al terminar la misa lo veo y saludo... Al abrazarme me dio un ligero golpecito con una botella...

Le pregunte ingenuamente qué llevaba entre sus manos y su respuesta me dejó un poco en blanco: "La unción de los enfermos".

Al rato vi a un grupo reunido con el Padre, donde se celebró una imposiciónd e manos, alguanas lecturas y cantos... Prondo comprendí que le estaban dando la extremaunción a ese joven que colocaba su vida en manos de Dios en ese momento...

Tiene leucemia y le quedan tres meses de vida...

Dayana, amiga... Tú también fuiste llamada por Papá Dios a una edad temprana; acompaña a este muchacho en el tránsito que le llevará a los brazos amorozos del Padre...

Toda esta historia ha tocado mucho mi sencibilidad, definitivamente hay sucesos que directa o indirectamente marcan tu vida y este este es uno de esos...

Me sorprendió tanto esa paz que le envolvía... Me parece mentira, pero él estaba tan tranquilo... Había colocado su vida en manos de Dios...

Creo que todo esto es una gran enceñanza para mí...

Gracias Dios, por mostrarte en las personas que encuentro en mi camino... Mil gracias...

Ayúdame a cumplir tu voluntad en todo momento y lugar...

Te amo, Jesús, te amo...

octubre 08, 2005

Encuentro cercano con la muerte...


No hay palabras para describir lo que siento en este momento... He llegado a mi casa con el corazón sobresaltado, aparentando tranquilidad, pero no...

Hoy voy camino a mi casa, después de un día bastante ajetreado y me encuentro con un gran amigo... Después de un rato se escuchan disparos y gritos bastante cerca de dónde estamos...

Me pide que me quede resguardada en la parroquia y yo sólo pienso en él y en qué se está acercando al lugar de los hechos...

Se devuelve y yo corro a él, preguntando qué tal...

Me cuenta el hecho: Un joven muerto por un disparo entre ceja y ceja...

Se me hace un nudo el el pecho y en un silencio de luto me da la mano y me acompaña a mi casa, cual hermano mayor proteje a la niña...

Yo, no odía hacer otra cosa que darle vueltas al asunto en mi mente y volteaba a ver si en la distancia descubría alguna pista, algo que me dijera que eso no estaba pasando, pero si, así era...

Dios le reciba con brazos cariñosos a su hijo abatido por la cruz que la calle le impuso...

Murió rodeado de gente y como Jesús, tuvo muchas Maddalenas llorando y sufriendo su muerte...

Yo ahorita sólo pienso y me viene a la mente que una de esas balas sueltas que acompañaron el hecho me pudo haber tocado a mí... Sin embargo, no fue así...

Creo que ésta es una prueba más de que cuando nos toca, simplemente atendemos al llamado del Padre y nos vamos; mientras que si no estamos aún preparados, nos quedamos viendo como aquellos que nos rodean, que conocemos, amamos o simplemente vemos por ahí a diario nos dejan para ir a un mundo mejor...

"Señor, que todas mis intenciones, palabras y obras esten del todo encaminadas a cumplir con tu santa voluntad" San Ignacio de Loyola.

Terminos con estas palabras de Ignacio, pues creo que recogen muy bien mis sentimientos en este momento...

Dios sabe que le entrego mi vida nueva, así como un día le entregué la pasada y así como seguramente le entregaré la futura...

Jesús, cada día llenas mi corazón y extiendes tus manos para que yo ponga en ellas mis sueños y proyectos...

En compañía tuya llegaré al encuentro con el Padre...

septiembre 14, 2005

Me robaste el corazón...


Los días pasan rápidamente y parece que la vida sólo fuera el soplo de viento que se lleva las horas tras de si, mientras te quedas sentado frente a una hoja de papel esperando que alguna buena idea se te ocurra…

Sonó poético, tal vez… Pero no fue esa la intención de cualquier modo, más bien trato de reflexionar a cerca de este día que trajo a mí la certeza de que aún conservo el don que un día me fue otorgado…

En los últimos días he ido haciendo un inventario de mi vida en el que he recogido, organizado y reorganizado mi cabeza y mi corazón. Es como arreglar un cuarto; vas colocando todo en su lugar, le colocas nombre cada carpeta, caja y estante… Todo tiene su lugar; lo cómico es que en el camino te vas encontrando con cosas que creías perdidas y debes limpiar para ponerlas de nuevo en uso y otras que simplemente hay que desechar, pues ya no te aportan nada…

Hoy reafirmé lo que ya sabía: Las casualidades no existen y todo tiene un por qué… Parece mentira; recibes una llamada, es tu mejor amiga y se encuentra algo confundida, triste, decepcionada tal vez… El hecho es que por un momento dejas de ser tú quien escucha, y quien habla… Alguien más te dicta las palabras suavemente al oído y tú simplemente te conviertes en instrumento… Dios coloca en ti las palabras y el entendimiento necesario para ayudar a los demás… Ese es el don del “Acompañamiento”…

De seguro mi Hermano Perdido me tildará de loca en acción, pero todo esto es parte de un proceso profundamente espiritual en lo humano…

Es tan simple y a la vez complejo como el hecho de que una pluma al caer no llega directamente al suelo, sin antes retomar el vuelo abrazada a las ondas de la brisa; así mismo es la vida de cada uno, nos dejamos caer en los brazos de papá Dios y él nos va llevando por diversos senderos que nos suavizan la caída y nos preparan para retomar de nuevamente el vuelo…

Este día, sin duda alguna ha sido especial, así como cada uno de los amaneceres en que me levanto sintiéndome viva, dejando entrar tu presencia…

ME ROBASTE EL CORAZÓN
Alex Campos

//Me Robaste el corazón
te adueñaste de mi vida
de tus labios brota miel
y tu dulce voz me arrulla//

CORO I

//Es hermoso estar dormido
con el corazón despierto
es tan agradable verte
y tan dulce escuchar//

CORO II

Tú solo tú
esperanza amado mío
estas en los colores
de las rosas que florecen
estas en mis canciones
en el viento y el mar //

Me robaste el corazón
aunque yo quede en el olvido
y me gusta estar así
con el corazón enamorado de ti//

"Señor, aunque tú sepas que muchas veces te fallamos, tú sabes que siempre estarás en nuestro corazón, y lo único que te pedimos es que nos ayudes a ser fieles a ti, has que sane nuestro corazón, queremos enamorarnos de ti Señor… Sólo quiero amarte Señor… ¿Sabes quién es el amor de nuestra vida? Solo tú…"

//Tú solo tú
esperanza amado mío
estas en los colores
de las rosas que florecen
estas en mis canciones
en el viento y el mar//

Sólo tú Jesús, porque tú estas en mí y yo en ti… Esa es la mayor prueba de tu amor… Gracias por recordarme que tengo un don que debo cuidar y cultivar celosamente, pues es tu sueño hecho obra a través de mí…

septiembre 04, 2005

Descubriendo el reflejo de mi alma...


Han pasado algunos días desde la última vez que escribí, sin embargo he tenido bastante tiempo de pensar y quizá poco para sentir y es de esto último de lo que quisiera hablar esta vez...

Este fin de semana estuvo lleno de sentires, no solo por haberse dado el reencuentro de mi grupo de hermanos y compañeros de camino, sino por el haber tenido la oportunidad de reconciliarme con una de mis queridas hermanas y conmigo misma...

Una vez más me doy cuenta de que me equivoco y de que no soy perfecta... Estoy cayendo en la cuenta de que aún hay muchas cosas por trabajar, pues mi reflejo en el espejo se ve borroso...

Sé que hacer y aún así no lo hago... Me sostengo sobre un piso inestable, porque en el fondo no estoy segura de mis propios pasos... Estoy esperando una señal que me diga que este es el camino y no el otro que he dejado atrás y el cual veo de vez en cuando, al voltear para asegurarme de que no regresaré...

Debo hacer un alto, nada conveniente para mis obligaciones presentes y venideras, pero creo que es preciso que saque un instante cada día para pacificar mi alma; eso hago en este momento, poner mi mente, mi corazón y mi alma en sintonía...

Amado mío, es en tus brazos es dónde quiero estar... Tus manos firmes me sostienen, tu regazo me cobija y tu presencia me reanima... Te amo tanto...

Pensar en ti me hace recordar una canción de Miguel Matos sj, que he tarareado por días: "Yo tengo en el corazón, algo que quiero decirte, pero me faltan las palabras, no sé como expresarlo con una canción", y es que te llevo aquí dentro y si no fuera por eso, no me sentiría así...

Dios mío, me has robado el corazón y una vez más te me has mostrado en el rostro de cada uno de mis hermanos... Gracias por eso...

Quiero agradecerte también por haber puesto en mi camino a gente tan bella y profundamente humana y por ser a través del perdón mutuo, que nos mantengas unidos como Comunidad...

Por ahora me despido... Otro día les contaré de mi comunidad... Este tan sólo fue un desahogo...

agosto 13, 2005

Del otro lado de la burbuja...


Hoy es una buena noche para escribir... Ha dejado de llover, pero queda ese frío tan característico, de los tiempos lluviosos, que lo envuelve todo y te da una sensación de añoranza... No han sido días para nada fáciles, más bien se ha juntado una cosa con la otra pero aquí estamos, renaciendo... Tratando de conseguir vida en medio de tanta muerte...

El sólo caminar por los alrededores de mi casa me da una idea de muerte... Una muerte que se va reproduciendo en cada niño de la calle que no encuentra qué comer o dónde dormir...

Es lamentable ver como cantidad de personas viven en condiciones infrahumanas y no hacemos nada, nos quedamos de brazos cruzados, nos sentimos impotentes, cansados, deprimidos, desolados...

El trabajar en los barrios te va dando una idea de lo que pasa más allá de tu nariz y es que el mundo no es nada más las cosas que alcanzan a ver tus ojos, sino todo un universo de cosas que tienen historia, movimiento y vida...

Es una historia de nunca acabar, pues se convierte en un círculo vicioso en el que cada vez más gente está involucrada, queriendo o sin querer...

Así pasa con las personas, cuando caminas y observas los rostros de la gete... Miras fijamente sus ojos... Te das cuenta de qué hay algo más... Sabes que tras de eso que ves hay un sentir, pensar, sufrir y padecer...

Tal vez no lo tengas demasiado claro, pero puedes imaginar que te transportas al interior de cada personaje, de tu cuadra, a través del tuyo propio... Haces un viaje en el cual, no vas a encontrar nada desconocido, pues en el fondo no es al otro a quien conoces, sino a ti mismo... Intentas, sin querer, reflejarte en quien se encuentra fuera, cuando lo que realmente haces es revisar continuamente tu propia película...

No hay manera de escapar... Es tu vida lo que está en juego, no otra cosa, es tu vida y no la de otro, es tu historia... No existe ninguna forma de que pases de largo sin sentir, sin pensar... Por más que te lo propongas no podrás ver los ojos de ese desconocido sin imaginar por un segundo que puedes ser tú, pues en cualquier momento puedes voltear encontrarte de nuevo con tu espejo, silencioso y tranquilo...

Toda esta reflexión, es tan sólo para explicar lo importante que es "ponerse en los zapatos de los demás", una frase que parece quemada pero que a cada instante de mi vida le consigo mayor sentido, pues me veo cruzando diariamente la burbuja que me mantiene aislada y aparentemente protegida de las adversidades que componen mi entorno...

La calle también puede darte grandes lecciones de vida, porque en el fondo, todos tenemos una calle interna, llena de oscuridades y callejones; lo importante es descubrir que aún en medio de tinieblas es posible alcanzar la luz en las pequeñas o grandes enseñanzas que te da el recorrido por la vida...

agosto 11, 2005

Más allá...


Más allá, es el nombre que le he dado a este espacio y es que en el fondo tiene que haber algo más que el tiempo o el espacio...

Creo que todo en esta vida tiene un por qué, más aún en este día cuando se cumplen ya 4 años de la muerte de una de mis mejores amigas...

¿Cómo olvidarlo? Un año de tristeza, dolor, vacío... Todo eso hoy tan sólo es un recuerdo pues descubrí que nada pasa en vano, pues hay una razón de fondo...

Había venido a cumplir una misión... Cuando lo logró, se fue volando como un ángel que fue mientras vivió y es ahora que no se encuentra presente...

Lo último que me dijo fue que me ayudaría en mis materias, que estudiaríamos juntas... Pero eso no pasó...

Terrible fue el accidente que le quitó la vida y sin embargo sigue aquí, conmigo, en mi corazón...

Al final si me ayudó, porque nunca me abandonó... Nuestra amistad sigue intacta y el amor también...

Que lastima que nunca saqué el valor para decirle lo mucho que la quería y lo especial que era para mí... Cuanto me lamente en silencio desde mi encierro...

Pero gracias a ella y todo lo sucedido comprendí que efectivamente la vida te pone pruebas y uno las va superando... La idea es ir descubriendo las pistas que te va dando y descifrando el mensaje que está entre líneas...

Yo lo encontré, quizá tarde, pero así fue...

Nunca dejes perder una amistad, por nada del mundo...

P.D.: En Honor a ti, Dayana, le he colocada a este espacio "Más allá...", en honor a esa vida que un 11 de agosto se apagó y hoy quema dentro de los corazones de todos lo que te conocimos... Tu gente te sigue pensando y amando como el primer día y hoy no celebramos tu muerte sino tu vida, esa que vibra en cada uno de los que te conocimos... Gracias por todo...